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Las trenzas de la raíz de quinileja, que hacen eco de las imágenes de la cordillera presentadas por Voluspa Jarpa, encuentran otra contraparte visual en el tronco fragmentado y las raíces de un canelo que estuvieron bajo tierra más de treinta años hasta que fueron arrancadas en una reciente tormenta en Chiloé. De manera similar, la forma circular de la cordillera de los Andes, que parece abrazarse a sí misma, guarda una similitud con los anillos internos del tronco del árbol, que trazan los sucesivos años de su vida. Jarpa articula aún más esta comparación entre lo que asoma y se hunde a través de imágenes digitales de la cordillera de los Andes, plegada repetidamente sobre sí misma hasta hundirse y desaparecer en el archipiélago de Chiloé, y emerger nuevamente en la Antártida.

 

La atención que Jarpa prestó anteriormente a la cordillera de los Andes generó, entre otras obras, su Ópera Emancipadora (2017), interpretada por personas que trabajan en estrecha relación con la naturaleza del la cordillera central. Sus obras en exhibición en Capilla Azul continúan esas investigaciones en forma de visualizaciones gráficas de la topología de las montañas y volcanes, junto con la estratificación de patrones de malestar social en la región andina, como si en conjunto, naturaleza y sociedad encontraran un punto de confluencia en imágenes de la contención y la erupción. La cordillera fragmentada, de arriba abajo, se transforma en un movimiento de anillos concéntricos, como estratos geológicos fragmentados y comprimidos convertidos en una silueta, una corteza que se lee en el tiempo. Otro video realizado por Violeta Molineux de reciente edición de “No quiero ser María”, registra una acción de mujeres en Quellón completa el círculo de la propuesta.

El canelo, sagrado en la espiritualidad Mapuche, ha sido recuperado y llevado al interior de la Capilla, llevando consigo un sentido de la vida que constantemente se esfuerza por salir a flote: la corteza interior que deja ver sus manchas y roturas, y las raíces que suelen estar hundidas en el subsuelo, crecen en proporción directa a la fuerza y ​​estabilidad que requiere el árbol en su ascenso.

Texto por Dan Cameron y Ramón Castillo

© todos los derechos reservados para Capilla Azul

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