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VID VIDA VIDAJENA
Iván Navarro y Courtney Smith
Enero - abril de 2024

Durante tres meses, los artistas neoyorquinos Iván Navarro y Courtney Smith transformaron La Capilla Azul en una sala de escucha para una nueva obra de poesía sonora colaborativa, utilizando técnicas compositivas y participativas que han desarrollado colaborativamente desde que comenzaron a crear obras performativas hace una década, en Chile y en el extranjero, con pequeños grupos de participantes activos. La composición colectiva, interpretada durante dos días consecutivos en reuniones públicas con el músico chilote Enrique Millán y ocho participantes de la comunidad de Contuy, fue grabada en vivo, editada y mezclada, y la composición resultante se reprodujo continuamente en el espacio durante la exposición.

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Iván Navarro y Courtney Smith

Smith y Navarro denominan Konantü a estas actividades en pequeños grupos, realizadas de forma colectiva y colaborativa. Los artistas «imaginan un arte que solo puede ser plenamente realizado por sus participantes, un arte que es creado y consumido simultáneamente por quienes lo integran voluntariamente». Su interés por la poesía sonora surge de sus experiencias compartidas sobre cómo la práctica participativa de Konantü suscita comportamientos espontáneos y, al hacerlo, desafía las fronteras convencionales entre lenguaje, música y sonido, tanto para oyentes como para intérpretes y músicos, quienes enfatizarán la dimensión dramática y atmosférica del acordeón mediante sonidos de viento y acordes sostenidos.

 

Para La Capilla Azul, cada actuación colaborativa se realizó con la participación de ocho vocalistas. No era requisito, ni siquiera preferible, que ninguno de los vocalistas tuviera formación o experiencia en música, poesía o arte. Cada uno ensayaba brevemente con los demás y luego se le asignaba aleatoriamente una partitura personalizada, consistente en un conjunto detallado de palabras del diccionario de la Real Academia Española, muchas de las cuales estaban obsoletas o habían caído en desuso. Todas las partituras de Vid Vida Vidajena difieren entre sí, y la composición adoptó la forma de una ronda que se desarrollaba en el sentido de las agujas del reloj, pasando de un participante al siguiente, con pasajes ocasionales del artista invitado Enrique Millán al acordeón.

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Enrique Millán

Enrique Millán es un músico autodidacta e invidente, fascinado desde niño por la música y las festividades de Caguach. Reconocido como uno de los mejores intérpretes y cultivadores de la tradición del acordeón chilote, en 2017 lanzó el álbum "El acordeón del Archipiélago". Con esta edición y otras composiciones, Millán recorre Chiloé ofreciendo conciertos públicos junto a otros músicos y ha difundido con éxito su obra impartiendo talleres de acordeón para jóvenes y aficionados.

 

Parte de la premisa de Navarro y Smith para su proyecto Capilla Azul es que una nueva obra de poesía sonora puede servir como catalizador para diversas actividades en el aula y en el público, lo que a su vez generará una nueva atención y exposición a formas experimentales de literatura e interpretación sonora. La transformación del interior de la capilla, de un espacio para experimentar el arte a través de la percepción visual a una pequeña cámara de música y estación de escucha para que los visitantes disfruten de una interpretación grabada entre sus cuatro paredes, ayuda a fortalecer los vínculos entre la capilla y sus vecinos, quienes utilizaron este edificio durante generaciones. En este contexto, la participación de Enrique Millán es clave para visibilizar la rica tradición del acordeón en Chiloé.

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